Resumen
Extensa y documentada síntesis histórica de los grandes movimientos de la Humanidad que oscilan de forma pendular entre las regiones de Oriente y Occidente del planeta.
La obra abarca el extenso período de tiempo que va desde 15.000 años a.C. hasta la época actual, en relación al desarrollo de las culturas y civilizaciones surgidas a partir de las zonas denominadas ?Oriente Medio?, entre el Mar Rojo, Mesopotamia y Golfo Pérsico. Las condiciones favorables de clima, tierras y régimen de lluvias, permitieron a los pueblos cazadores y recolectores abandonar el nomadismo, practicar la agricultura, domesticar el ganado y conservar los productos sobrantes para las épocas de escasez. Los avances en las técnicas cultivo y la mejora de los asentamientos permitieron crear los grupos sociales que pasaron de la tribu a las aldeas y a lo largo de miles de años a los núcleos urbanos. Desde los fértiles valles de Oriente Medio se producen, según las hipótesis manejadas por el autor, las migraciones hacia el Extremo Oriente, de un lado y hacia el continente euro-asiático Occidental, del otro. Se crearon así los grandes polos de civilización que se disputan, ya en épocas históricas, la supremacía respecto al resto de las regiones periféricas menos desarrolladas. Occidente domina durante las épocas del mundo clásico Greco-romano mientras decae a favor de China durante los siglos VI al XV d.C. A partir de esa fecha, se produce la recuperación del Mundo Occidental que hasta el momento actual mantiene una clara supremacía sobre el resto de las naciones. El futuro parece inclinarse de nuevo en la dirección de Oriente, bajo el dominio de la India y China, aunque las conclusiones finales no se pronuncian claramente sobre este particular. La obra combina el máximo rigor en las referencias documentales con el estilo coloquial, suelto y ágil propio de una conversación amistosa. El enfoque general muestra una mentalidad próxima al evolucionismo darwiniano aplicado a la excesiva influencia atribuida al medio ambiente en el desarrollo de los pueblos. El tratamiento igualitario y relativista atribuido al papel de las religiones (budismo, judaísmo, cristianismo e islamismo), puede confundir al público sin previos conocimientos sobre el tema.
