Resumen
Nuevo episodio de la serie protagonizada por el detective privado Isaac Bell, contratado en esta ocasión por el presidente una compañía norteamericana de ferrocarriles, sometida a costosos y sangrientos sabotajes.
La acción se desarrolla en los primeros años del s. XX, en plena expansión de las nuevas líneas de tren que habrían de comunicar los centros industriales del Este con las zonas de expansión del Oeste, desde Los Ángeles a San Francisco. Túneles dinamitados, puentes socavados y raíles sueltos, provocan graves accidentes que siembran el terror entre pasajeros y empleados, desacreditan a la empresa y la llevan al borde de la quiebra. Los esfuerzos de Bell por detener al culpable tropiezan con la mente fría de un delincuente capaz de adelantarse a sus previsiones y sortear con facilidad las más estrictas medidas de vigilancia programada. No obstante, las pesquisas avanzan y el detective consigue identificar al culpable, destacada figura de la política y amigo personal del dueño de la compañía amenazada de cierre. Los episodios de acción se suceden con ritmo vertiginoso hasta convertirse en un duelo personal entre Bell y el saboteador, que se resuelve finalmente con el triunfo de la justicia sobre la violencia criminal. El relato muestra un estilo cuidado, atento a los detalles ambientales que contribuyen a crear el adecuado clima de emoción e incertidumbre con una técnica narrativa superior a los recursos habituales del género de aventura. El protagonista, ejemplo de valor, nobleza e inteligencia, aparece como figura opuesta al criminal sin escrúpulos que recibe el justo castigo a sus malvadas maquinaciones.
