Resumen
José no es una persona cualquiera. No a los ojos de Dios. Joven, robusto, justo, bueno, piadoso, trabajador, fiel, alegre? José se hace un hombre y llega el instante de casarse. Pronto se da cuenta de que María espera un hijo y él no comprende cómo. José padece.
Un Ángel se le aparece soñando y le revela su misión: la de ser custodio de María y el Niño, al que llamará Jesús, que es el Hijo de Dios.
San José es el Padre y Señor de esta santa casa porque así lo ha deseado Dios. Aunque ejerce su misión discretamente, humildemente, en silencio, su presencia es constante y de una fidelidad absoluta, aun cuando no entiende.
José es el hombre de los silencios, pero silencios repletos de diálogo interior con Dios. Su vida es oración y su oración es vida. Vida diaria cuajada en oración: palabras, miradas, trabajo, descanso, juegos, abrazos? La oración es eso: trato continuo con Jesús para llegar a amarle con locura.
