Resumen
Su mujer ha muerto, su tranquila soledad de observador se ve invadida por otra soledad, la de una mujer que llama a su puerta en demanda de ayuda. Soledades forzadas, soledades asumidas, soledades compartidas. Gabriella Giandelli nos muestra un mundo frío y callado, de aristas suavizadas por la omnipresencia de esa nieve, que todo lo amortigua.