Resumen
La representación del cuerpo humano puede ser la metáfora mejor esculpida acerca de la época que le toca en suerte. Ocurrió con los primeros colosos de la antig&252;edad, aquellos que representaban la autoridad despótica. La civilización griega civilizó las formas de representación hasta alcanzar la perfección y el equilibrio que carcomieron del mármol el Hermes de Praxitéles y tantas obras perfectas según el canon más extendido de lo que es belleza.
<