Resumen
La novela comienza el 15 de agosto de 1946, con el comunicado de rendición del emperador de Japón tras las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. El inspector Minami investiga en un Tokio destrozado por la guerra varios asesinatos: el de Matsuda, algo turbio en el que intervienen otros detectives, y revela secretos y purgas del cuerpo de policía. Por otro lado están los casos de distintas mujeres encontradas en edificios abandonados y a las que han torturado, estrangulado y de las que han abusado sexualmente. Minami busca pistas, interroga y asiste a las autopsias: su horror y confusión por lo que descubre se vuelve más intenso por momentos. La novela es una crítica al horror de una guerra que lleva a las mujeres a prostituirse para poder comer. Mujeres que luego son cruelmente asesinadas. En tiempos de guerra el negocio se hace con el hambre y el sexo y en Tokio año cero se trata esto de un modo cruel y soez, desgarrador. El negocio de la prostitución mueve mucho dinero aunque que la democracia recién llegada a Japón la prohíbe de modo hipócrita. Otra de las lacras que denuncia David Peace es la corrupción policial, los intereses económicos y las guerras de bandas: formosenos, chinos y coreanos.
La novela está escrita de modo delirante y con frases entrecortadas para resaltar la locura de lo que ocurre: nada es lo que parece, los vencedores son los perdedores y viceversa. Se alterna casi en cada línea la escritura cursiva con la normal y cada una sigue una línea narrativa, de modo que la acción es paralela a esos pensamientos enfebrecidos y repetitivos. La escritura es tan angustiosa como la trama y por eso se hace penosa, como la investigación de Minami. El hastío y la impotencia son casi tan grandes como el dolor por los muertos y desaparecidos.
