Resumen
Novela protagonizada por dos profesores de Física de enseñanza media en el mismo centro escolar y vecinos cercanos en la ciudad china en la que viven.
Trece pasos, publicada en 1989, constituye una crítica de las duras condiciones de vida de este tipo de docentes, sometidos a un trabajo extenuante, mal pagados y, por ese motivo, obligados a una existencia miserable.
Mo Yan, que en mandarín significa ?no hables?, es el pseudónimo del autor,
Guan Moye (1955) de familia campesina, Guardia Rojo durante la Revolución Cultural de Mao y miembro del Partido Comunista Chino.
El autor, haciendo gala del pseudónimo que ha elegido, deriva sus críticas al sistema comunista hacia el ámbito de la ficción literaria, prescindiendo del tono de denuncia. La trama se desarrolla en distintos planos y espacios argumentales, sin abandonar la temática central, en un alarde técnico, barroco y virtuosista, cuyos vericuetos resultan a veces difíciles de seguir. La acción, que se extiende a lo largo de una década, al margen de toda trayectoria lineal, incorpora elementos narrativos muy diversos: alegorías, leyendas y personajes procedentes del folklore popular, cuyo sentido pese a las notas a pie de página, no siempre queda claro para lectores de ámbitos culturales ajenos. El hecho de que los protagonistas mueran al comienzo de la historia y sin embargo participen activamente en su desarrollo, imprime un carácter fantástico al tratamiento realista de los acontecimientos. Episodios alucinados y fantasmagóricos aportan a la narración tintes esperpénticos de resonancias kafkianas. El simbolismo y el humor macabro cubren el espacio que deja la ausencia de descripciones de ambientes y paisajes que enmarquen las situaciones y de referentes psicológicos que den coherencia a la conducta de los personajes. El estilo, de frases cortas, se caracteriza por el hiperrealismo puesto al servicio de una postura estética deliberadamente vulgar. Pobreza, suciedad, miseria, abundantes detalles repulsivos y burdas referencias anatómicas humanas o de animales, además una constante impregnación erótica de rasgos puramente instintivos conforman el ingrato trasfondo de una acción carente de esperanza y de nobles sentimientos.
