El libro traza, amena y rigurosamente contados, los grandes rasgos de las Revolución Francesa, sin cuyo conocimiento no resulta posible explicar el singular destino de Bonaparte, hijo de aquella revolución. Ella le debe, con el genio militar que supo desplegar en la fase directorial, su supervivencia, cuando toda Europa coaligada hubo de rendirse y claudicar finalmente.