Resumen
La periodista Pepa Roma presenta Una familia imperfecta, una novela intimista con acento autobiográfico narrada en primera persona por su protagonista. Cándida tiene sesenta años, está casada y reside en Madrid, es la hija mayor de una familia adinerada de la burguesía catalana aunque ya venida a menos. En estas páginas desgrana sus recuerdos, especialmente las desavenencias con su manipuladora madre por quien siente auténtico odio. Deja a su marido largas temporadas para ir a Barcelona ya que tiene que ingresar a su madre en una residencia donde permanecerá hasta su muerte y, además, se ve obligada a cuidar a su hermano enfermo de cáncer, al que acompaña con afecto y cuidado hasta sus últimos momentos. En sus estancias en Barcelona conversa con su tía que le transmite una imagen de su familia y de la ocurrido durante la guerra civil algo diferente de la que ella tenía pero esconde algún secreto que Cándida desea descubrir. A causa de tantos viajes, su marido le es infiel y el matrimonio se separa. La protagonista prosigue el relato del proceso de desmoronamiento de una familia poniendo especial acento en destacar la hipocresía e inmoralidad de la figura materna y en intentar hallar las huellas que marcaron su infancia.
Pepa Roma escribe con soltura y con una prosa envolvente dibuja un retrato familiar de tintes sombríos en el marco de una Barcelona que ha evolucionado socialmente tras la posguerra. La tensión narrativa está bien lograda a lo largo de un argumento que se centra en los entresijos de de unas relaciones familiares complejas en las que el hilo conductor lo marca el protagonismo de las mujeres y sus sentimientos más o menos enfrentados. Un universo pequeño pero retorcido en el que se entrelazan la ternura, la maldad, la tiranía, la infidelidad, el rencor o el abuso sexual. La autora desea romper estereotipos acerca de la maternidad y desde una mirada feminista, afín a ideas republicanas y antirreligiosas, desliza en esta línea comentarios negativos. Novela técnicamente correcta pero conceptualmente pesimista y en la que no falta el recurso a ciertos tópicos y convencionalismos ideológicos.
