Resumen
En esta novela, última de su autor (1867-1936), premio Nobel de Literatura 1934, el protagonista entra en crisis a los 28 años por una banal observación que le hace su mujer sobre su nariz, mientras se mira en el espejo. A partir de ese momento pierde su identidad, porque se siente otro, no el hombre que es sino el que parece ser, tantas personalidades cuantas los demás puedan atribuirle. Arruina su vida y la de su mujer al llevar hasta las últimas consecuencias esas convicciones acerca de su identidad perdida, y acaba en un asilo, donde al fin halla la paz en la soledad y el contacto con la naturaleza.
En esta obra se ven plasmadas muchas de las ideas filosóficas del autor: conflicto entre los instintos y la razón, que empuja a las personas a una vida llena de grotescas incoherencias; las acciones concretas no son ni buenas ni malas, sino según el modo en que se las mire; un individuo no posee una personalidad definida sino muchas, dependiendo de cómo es juzgado por los que están en contacto con él. El propio autor aseguró que en su personaje "toma cuerpo el motivo de la disgregación del yo y de la mimesis con la naturaleza, en la cual la vida se convierte multiplicándose: uno, ninguno y cien mil". Pirandello es un testigo lúcido de la crisis del hombre contemporáneo, que ha prescindido de Dios, y esta novela lo atestigua. El estilo es ágil; los diálogos, propios de un escritor de obras teatrales. Resultan excesivas las descripciones de los estados de ánimo del protagonista.
