Resumen
Cuando, en marzo de 2000, Vladimir Putin reemplazó al enfermo Boris Yeltsin en la presidencia de Rusia, el mundo se preguntó quién era y de dónde venía. Parecía haber tomado el Kremlin por sorpresa -tal vez, se rumoreaba, con las habilidades que había adquirido como agente superior de la KGB-. Peter Truscott cuenta en este fascinante libro que el ascenso de Putin al poder se debe, en gran medida, a manejos astutos y al blat, el tradicional sistema ruso de camaradería y patronazgo. Sus lazos con el poderoso clan Yeltsin fueron determinantes para convertirlo en el heredero político, especialmente desde que aceptó concederle a Yeltsin inmunidad en el juicio por corrupción. Putin heredó un país que se encontraba en una dolorosa y traumática lucha, en plena transición entre el comunismo y la democracia. Como líder, debió recorrer un difícil sendero entre la apertura a Occidente y el acercamiento a los problemas locales. Su manejo de la crisis chechena, incluyendo la fatal resolución del sitio del teatro de Moscú, ha inspirado admiración y condena en igual medida. Pero ¿cuáles son sus verdaderos propósitos? ¿Cuál será su legado? Truscott, uno de los principales comentadores sobre la política y la sociedad rusa moderna, propone en esta obra un acercamiento a la vida íntima y pública de Vladimir Putin, un líder ciertamente enigmático y polémico. Con sólido conocimiento, el autor va urdiendo la trama de una biografía incisiva y magistral, mientras construye un iluminador cuadro de la vida en la Rusia contemporánea.