Resumen
La vida de Bea era perfecta hasta que llegó su hermano Guille, entonces dejó de ser la mimada de la casa. Una tarde de lluvia se convierte en un verdadero incordio para la protagonista ya que al no poder ir al parque tiene que pasar la tarde encerrada en casa y aguantar a su hermano pequeño. Lo que podría ser una buena ocasión para compartir juegos se convierte en una discusión entre hermanos. Tampoco se hace fácil pedir perdón aunque al final terminan con un fuerte abrazo. El cuento, muy breve y escrito con palabras sencillas, refleja con realismo la problemática del hijo único que deja de serlo. La autora resuelve la situación con mucho humor, tanto por parte de la madre como de los hermanos, que en el fondo se quieren mucho. El propósito de fondo de la historia, que es el de enseñar a controlar los impulsos y emociones primarios, queda bien conseguido. Las ilustraciones acompañan al contenido y favorecen el sentido humorístico de la obra.
