Resumen
Claudius Bombarnac es un reportero francés que recibe el encargo de cubrir para su publicación, ?El Siglo XX?, un viaje en tren por Asia Central, entre Tiflis y Pekín, y escribir sus impresiones a bordo del gran Transasiático.
El libro trenza ficción y geografía, novela y escenarios naturales y sobre todo personajes ?el escenario humano- en torno a un trayecto y sobre todo a un tren que vence las distancias y ordena la acción.
Los protagonistas, el jefe del tren de origen ruso Popof; el agente comercial estadounidense Fulk Ephrinell; la vendedora Británica Horatia Bluet; el matrimonio Caterna, actores de origen francés; el noble barón alemán Weisschnitzerdörfer; el médico militar ruso mayor Noltitz; el inglés sir Francis Trevelyan; el joven chino Pan-Chao y su anciano maestro Tio-King; la guapa modista rumana Zinca y su pobre amante Kinko que viaja encerrado en un cajón; el enigmático mongol administrador del tren Faruskiar, y su ayudante; el reverendo vendedor de biblias de Boston, Nathaniel Morse; e incluso los restos mortales del gran mandarín Yen-Lu, están pintados por el autor con el cariño entrañable de los lugares comunes, cada uno respondiendo a los rasgos tópicos que a finales del siglo XIX, todavía con la resaca del romanticismo y en la efervescencia de los nacionalismos, cualquier lector esperaría de cada origen nacional.
Pero el verdadero protagonista de esta historia, publicada por entregas en el diario Le Soleil, entre octubre y diciembre de 1892, es el gran Transasiático, el tren que desde Bakú hasta Pekín se enfrenta a la geografía con el espíritu compartido de ?La vuelta al mundo en ochenta días? o ?Miguel Strogoff?.
La historia se basa en el tren, símbolo del progreso, máquina que recorre una línea inexistente en la realidad, con todas las grandezas y miserias humanas a bordo, para superar las dificultades y mejorar al hombre.
La geografía recorrida, es, junto con la ingeniería que ?remedia con el arte los defectos de la naturaleza?, el telón de fondo de la historia y el terreno para el alarde del autor en la documentación y sus conocimientos casi enciclopédicos.
En una magnífica introducción, el catedrático emérito de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, Eduardo Martínez de Pisón, analiza los ingredientes del viaje novelado: larga distancia entre origen y meta, continente exótico, paisajes encadenados, descripciones geográficas, personajes variopintos, finalmente intrigas, una propuesta ferroviaria futurista y amores complicados por la geografía y resueltos por la técnica que vence las distancias y las dificultades.
La traducción, de Muro Armiño, transmite toda la grandeza del escenario humano y natural ideado por el autor, para una novela todavía hoy moderna en su planteamiento que sobrevuela varios géneros.