Resumen
El joven Torak, después de convertirse en proscrito y ser de nuevo admitido por el clan, sufre la pérdida de su mejor amigo, asesinado por el devorador de almas. Atormentado por sentimientos de culpa y de dolor, jura vengar su muerte e inicia la persecución del asesino hasta el tenebroso Bosque Profundo.
Se trata de la quinta entrega de la saga Crónicas de la Prehistoria, ambientada en el escenario habitual de algún lugar del norte de Europa hace más de seis mil años. En ese universo animista, habitado por numerosas tribus de costumbres salvajes y primitivas, el protagonista, cegado por el odio y la venganza, adopta una conducta en la que el fin justifica los medios. No obstante, al final es capaz de renunciar a vengarse y en ese sentimiento, si no de perdón al menos de renuncia, se encuentra a sí mismo. El buen ritmo de la trama, los personajes atractivos y muy humanos, la expresión de sentimientos y emociones, las descripciones detalladas y vivas de la naturaleza, así como el estilo ágil y claro, hacen entretenido e interesante el relato, que atrae desde el principio. No faltan escenas de violencia y detalles macabros, aunque parecen perder algo de su crudeza en este contexto de pueblos bárbaros.
