Resumen
Cuarta y última parte de los recuerdos que el hada Feli narra a sus convecinas del Reino del Rocío de Plata, acerca de la época en que vivió en el pueblo llamado Fairy Oak cuidando a Vainilla y Pervinca, dos hermanas gemelas sobrinas de Tomelilla, bruja de la luz. Este cuarto episodio de la serie es el último porque, al cumplir los quince años, las gemelas no necesitan por más tiempo los cuidados de un hada. Ya han demostrado haber heredado los poderes brujeriles de su tía, y están preparadas para enfrentarse solas a la vida.
Así como las tres novelas anteriores se referían más a otros habitantes del pueblo del Roble Encantado, a sus historias, a sus poderes mágicos, a las relaciones entre ellos, etc., ésta, de tono más nostálgico, se centra en la familia de Tomelilla: su hermana y su cuñado, ambos carente de magia, y las dos pequeñas, que durante años fue un misterio saber si llegarían a ser como sus padres o como su tía. La acción es más sencilla, pausada y hogareña, de tono cotidiano y cordial, sin riesgos ni más aventuras extraordinarias que la sonada celebración de un cumpleaños o los emocionantes relatos del Capitán. La obra, escrita según los mismos esquemas formales y de contenido de las anteriores, está bien escrita, con estilo cuidado y amable, es de grata lectura y en ella aparecen como constantes de fondo el amor, la amistad y la fantasía, además de virtudes como el valor, la fidelidad y la delicadeza de trato. El capítulo final insinúa que quizá la partida del hada, dispuesta a cuidar a otros niños, permita en el futuro un reencuentro con Tomelilla.