Resumen
La obra trata de definir los perfiles sociológicos y culturales comunes al mundo sudamericano actual, a partir del análisis de los rasgos característicos de sus principales manifestaciones literarias de ficción.
El autor se fija unas metas muy ambiciosas como objetivo a alcanzar en este estudio. Su propósito de poner cimientos y límites a una realidad muy compleja y cambiante le ha llevado a elaborar un trabajo de gran extensión, en el que la multiplicidad de datos hubiera exigido una síntesis más rigurosa. A falta de ella, el lector se siente abrumado por la variedad de enfoques y la abundancia de material documental, sin encontrar unas directrices constantes que le orienten hacia conclusiones definidas. El planteamiento del trabajo es interesante y la aportación bibliográfica que encierra tiene notable importancia, igual que los índices por autores, países, etc., pero su desarrollo hubiera necesitado una revisión en profundidad para eliminar repeticiones y pasajes secundarios, y acortar otros, innecesarimente largos y conceptualmente difusos.
Los polos de tensión de la identidad cultural sudamericana, vista a través de su manifestación narrativa, quedan definidos en cuatro términos: localismo, nacionalismo, hispanoamericanismo y universalismo. A partir de ellos, se aspira a conseguir un nuevo humanismo, de "ontología propia pero a través de valores universales que son comunes a seres humanos de otras latitudes", y que cada vez esté menos sometido a una peculiaridad histórica y geográfica determinada. Para dar forma a esta tesis se toman elementos procedentes de libros escritos por autores de muy diversas orientaciones político-sociales, pero lo que en ellos se busca es más su forma de ser americanos que su modo de pensar o de actuar.