Resumen
Kay Scarpetta, forense jefe del Estado de Virginia, atiende el caso de un asesino múltiple, en el que también intervendrá la Interpol, a la vez que intenta averiguar quién, dentro de su Departamento, está intentando arruinar su carrera. Los problemas profesionales y personales de Marino, el policía con el que comparte sus investigaciones, y de su sobrina Lucy, que está realizando una peligrosa tarea de infiltración en una banda mafiosa, se suman a su dolor por el fallecimiento de su amante, con el que había terminado el volumen anterior.
La obra tiene una acción variada, de ritmo más dinámico de lo habitual en otras novelas de la serie, pero también menos consistente por la dispersión que se produce al expandirse sus episodios en diversas direcciones. La autora sigue empleando un estilo muy cuidado, que en las descripciones forenses se reviste de fría precisión y sólo al reflejar los sentimientos de la protagonista adquiere tintes apasionados. Por otra parte, se incluye una breve escena sexual y se defiende la relación lesbiana de Lucy porque "el amor nunca es malo".