Resumen
La novela trata sobre el juicio por brujería de unas mujeres en Lancashire, en 1612, el proceso más famoso de este tipo acaecido en tiempos de Jacobo I, un rey obseso y decidido a exterminar la brujería y el llamado papismo. Entre las trece brujas de Pendel destaca la protagonista, Alice Nutter. Una mujer bella, fuerte, independiente y bisexual, adinerada y con la facultad de teñir de color púrpura la ropa. Ella se enfrenta a la ideología dominante y comparte con otras desdichadas mujeres sus problemas y miserias, también alguna relación sentimental. Los escenarios en los que se desarrolla la acción son castillos, burdeles y cárceles, con una ambientación oscurantista y lúgubre. Aunque los motivos esgrimidos contra ella carecen de suficiente entidad, Alice es llevada a la muerte con las demás, acusada de hechicera. El libro arranca con fuerza narrativa que luego se va diluyendo en capítulos breves algo deshilvanados, para cerrar de nuevo potentemente. Con prosa irregular, a veces relato, a veces poética, la autora dibuja unos personajes, o con someras pinceladas o de forma exagerada, con cierto tono teatral. El trasfondo de opresión que se muestra se convierte en el símbolo social de una historia de rebeldía de la mujer ante la intolerancia y la crueldad, entrecruzada con una trama de tipo lésbico. El tratamiento es tan mágico, tan plagado de poderes oscuros y diabólicos que el conjunto resulta una mezcla confusa que no termina de funcionar. Sobre unos sucesos históricos, Winterson recurre a elementos de ficción e incluye, por ejemplo, la intervención de Shakespeare, que aunque posible, parece un poco forzada. La autora no elude la descripción de detalles escabrosos, tanto de violencia descarnada y torturas como de sexo de diversa índole, cuya lectura no es agradable. Una novela limítrofe entre los géneros histórico, gótico y fantástico.
