Resumen
La obra ofrece la reconstrucción, en forma narrativa, de una serie de delitos cometidos en las afueras de Londres, en diciembre de 1811. Dos familias de comerciantes aparecieron asesinadas en sus domicilios, uno de ellos también tienda de tejidos y taberna el otro. Las autoridades acusaron a un solo hombre de todos los crímenes, pero no llegaron a ejecutarlo porque antes apareció muerto en su celda, donde aparentemente se había suicidado.
Estos sucesos, que en su momento conmovieron grandemente a la opinión pública inglesa e incluso a la clase política, sirven aquí tanto para evocar el ambiente de los suburbios londinenses de la época como para elaborar un ensayo sobre los métodos policiales de principios del siglo XIX. La investigación sobre las siete primeras muertes estuvo llevada, al parecer, de modo tan precario que condujo a producir una octava víctima, quizá inocente o, al menos, no la única culpable. Los autores han realizado un trabajo interesante, completo y profundo que, en cierto modo y pese a no ser novela, mantiene la tensión de una intriga novelesca por la forma hábil de presentar los acontecimientos y de plantear las distintas maneras en que cabe interpretar la conducta de testigos y demás implicados en ellos.
