Resumen
El relato, cuya acción transcurre en el panorama violento de las guerras carlistas (1876), describe el trágico destino de Andrés y Simón, compañeros en el ejército liberal-isabelino, víctimas del odio y la venganza desencadenados por el conflicto armado entre españoles.
Al fin de la guerra, Simón, deseoso de rehacer la vida en tiempos de paz, se dirige al pueblo de su camarada Andrés. Una vez allí, descubre que su amigo fue ahorcado a su regreso como autor de la muerte de su rival en amores. Al despertar sospechas de complicidad en las fuerzas vivas del pueblo, Simón sufre el acoso de las autoridades y, en su fuga, acaba, como su compañero de armas, abatido por los representantes de la justicia oficial. La novela carece de ningún otro sentido que no sea acentuar la maldad de los ciudadanos de orden frente a los marginados, que perecen a manos de los poderosos. Se trata de hombres violentos y sin escrúpulos que se ensañan con los débiles sólo por el placer de hacer valer derechos basados en tradiciones y valores morales carentes de sentido. El autor, con estilo vulgar y farragoso, ridiculiza la actitud de clérigos y sacerdotes, a los que retrata como ejemplos de vicio y corrupción al servicio de los poderosos, a los que proporcionan la coartada moral necesaria para justificar sus crímenes. La conducta descrita de esos clérigos es lujuriosa. Pese al premio concedido, la novela carece del menor interés desde el punto de vista literario.
Eduardo Iriarte (Pamplona, 1968), que ha logrado varios galardones literarios, recibió por esta novela el premio Ciudad de Logroño 2009.