Resumen
Stephen King continúa en
Quien pierde paga con la saga ya iniciada en Mr. Mercedes cuyo protagonista es el ya anciano agente de policía Hodges que prosigue como detective privado. En este caso Morris Bellamy es un psicópata obsesionado hasta la locura por un escritor, que en su enfermedad confunde realidad y ficción y llega a asesinarle para robarle todos sus manuscritos que guarda en un lugar secreto. Morris, acusado también de violación va a la cárcel donde pasará mucho tiempo y será víctima de toda clase de vejaciones. En paralelo, un adolescente, Pete Saubers, encuentra casualmente los manuscritos y comienza a ganar dinero con ellos. Al cabo de los años cuando Morris sale de prisión busca su botín afanosamente hasta que descubre quien los tiene y halla el modo de acceder a la familia de Pete, un camino en el que no tiene inconveniente en usar cualquier método para conseguir lo que quiere. El detective interviene en todo el proceso con eficacia y la novela concluye con un trepidante desenlace.
La novela ofrece una trama electrizante y cargada de tensión, características del autor, que en este caso se esmera algo más en la configuración de sus personajes; en esta línea está bien descrito el proceso de locura destructora de uno de los protagonistas. Con el lenguaje descarnado y crudo habitual, la temática da lugar a secuencias de violencia desmedida y brutalidad que incluyen referencias sexuales. Stephen K, maneja mejor que en otras ocasiones el ritmo de su historia y está más atento a la inclusión de otros aspectos narrativos que no sean la de sembrar el terror y la intriga acerca de lo que ocurrirá, estos de gran voltaje y que mantienen el interés del lector. Por lo demás, King en estado puro.