Resumen
Con motivo del traslado a cierta aldea gallega de una anciana señora que solicita ir a morir a la casa de sus mayores se entabla un coloquio en esa casa, a lo largo de toda una noche, entre Eulalia, una nieta de la moribunda que la ha acompañado y para quien aquel lugar tiene recuerdos de infancia y juventud, y su sobrino Germán, que ha acudido después, movido por una especie de curiosidad literaria. Las circunstancias del encuentro y el misterio del lugar parecen remansar las horas de esa noche de agosto, propiciando las dilatadas retahílas que entretejen este diálogo, nacido para atemperar la llegada de la muerte y truncado por su irrupción al amanecer. El mayor encanto de esta novela se deriva de la sabiduría con que la autora consigue mantener encandilada la atención del lector, en tensión gradualmente creciente, a través de las historias y reflexiones rumiadas durante largo tiempo a solas por cada uno de los interlocutores y que esa noche desgranan al fin en placentero y moroso desahogo.