Resumen
Si pidiéramos a un grupo de personas que representasen la Naturaleza es muy probable que la mayoría dibujase un árbol. La unánime respuesta se explica porque el árbol es un símbolo universal. Su estudio está directamente emparentado con el conocimiento del mundo y las civilizaciones.
Atentos a esta sensibilidad, Litoral ha diseñado un recorrido por el paisaje donde el árbol ha estado retratado. Por sus veredas encontramos poemas e imágenes de todas las épocas (desde el Antiguo Egipto a la actualidad), porque para los poetas y artistas estos espacios fueron y son una fuente de creación y pensamiento. Agrupados en función de su temática podemos encontrar, el árbol del Paraíso, o conocer la visión que del tema tuvieron los autores clásicos. Hay capítulos dedicados a las partes del árbol como las semillas o los anillos, elementos metafóricos por excelencia; a la fisonomía y colorido que ofrecen en las cuatro estaciones; a los comportamientos en condiciones naturales adversas de nieblas, lluvias y vientos; a la estampa que ofrecen los ejemplares solitarios; a los urbanos en parques, calles y jardínes; al papel de centinelas que juegan entre las sombras de la noche; a los sentimientos y miradas en su condición de seres vivos; o a la melancolía de verlos cortados o abolidos. El número se cierra con «Arborem», un abecedario botánico ordenado por especies.
Nos acompañan en este simbólico paseo entre hojas Aurora Luque, Justo Navarro, Jesús Aguado, José Manuel Navia, Julio Llamazares, Luis Muñoz, José Antonio Garriga Vela, Alberto Santamaría, Luis Alberto de Cuenca, Eduardo Chirinos y Miguel Ángel Blanco.