Resumen
En la quinta entrega de la serie de aventuras detectivescas Sherlock, Lupin y yo, Irene, después de conocer a su verdadera madre, debe encontrarse con ella en el pueblo de Davos-Plazt, al pie de los Alpes suizos. La complicada situación emocional en que se encuentra, la lleva a buscar apoyo en sus amigos Sherlock y Lupin, pidiéndoles que se reúnan allí con ella. Pero la estancia de los tres en este privilegiado lugar no será especialmente tranquila, ya que pronto se ven envueltos en una intriga internacional, que gira en torno a un peligroso criminal. Narrada por Irene con su habitual estilo natural y directo, la historia tiene como escenario el lujoso hotel donde se hospeda en compañía de su genial mayordomo, Horace. Un inquietante castillo, que llaman de hielo por la irreal blancura de sus muros, junto a los misterios que flotan en el hotel, son el eje de una trama sencilla pero entretenida y con mucho suspense, que se apoya en los excelentes y bien caracterizados protagonistas. Simpáticos, divertidos y con la incondicional amistad que les une, proporcionan escenas cargadas de ironía y humor, aunque también de peligros y situaciones comprometidas, donde ponen a prueba sus dotes detectivescas en la resolución de un asunto de espionaje al más alto nivel.
