Resumen
Simula ser esta novela una carta dirigida a San Agustín, ya obispo de Hipona, por Floria, su antigua concubina, como respuesta a algunas de las frases escritas por el santo en el libro de las "Confesiones". El autor utiliza el recurso tradicional del manuscrito encontrado, esta vez una copia del siglo XVI, comprada a un librero de Buenos Aires.
La obra encierra las amargas quejas que una mujer repudiada escribe a su antiguo amante. El texto no responde en realidad a lo que quizá pensaría una ciudadana del imperio romano de finales del siglo IV, sino a una mentalidad actual. Floria acusa a San Agustín de haberle arrebatado al hijo de ambos, de tener sentimientos dudosos respecto a su madre y de haberse convertido en un ser inhumano, extraviado en laberintos teológicos. Rechaza la idea del celibato y la continencia, y afirma: "no creo en un Dios que destroza la vida de una mujer con el fin de salvar el alma de un hombre". La obra resulta un alegato vehemente contra San Agustín como persona y contra el ascetismo cristiano, en nombre de un sentido más vitalista y material de la existencia y con una insinuada reivindicación feminista. El tema de la conversión agustiniana, muy complejo, está tratado con una frivolidad y desde un ángulo tan incierto que forzosamente cae en la demagogia, tal vez por ignorancia, tal vez de modo deliberado, y en la crítica sensacionalista.
