Resumen
Sarah Lark prosigue su saga familiar con su nueva novela
El rumor de la caracola. Arranca la acción en 1853 en las llanuras de Canterbury cuando Cat e Ida están orgullosos de sus hijas Caro, Linda y Mara. Son una familia feliz que provoca la envidia de los vecinos quienes llegan incluso a ocasionar un incendio en la granja de sus habitantes. Arranca entonces el viaje de las tres hermanas que marchan a Nueva Zelanda. Allí se encuentran con la habitual disputa por las tierras y los enfrentamientos entre colonos e indígenas, siempre en constante desacuerdo, junto con la hostilidad hacia los misioneros y sus enseñanzas que desemboca a veces en cruentos ataques y ocasionan la crisis de identidad de uno de ellos. En paralelo, las jóvenes, se verán implicadas en aventuras de diversa índole, unas agradables y otras tormentosas, aunque su carácter indómito les llevará a luchar por conseguir sus ideales.
La novela mantiene las mismas características que otras de la autora con el estilo típico landscape que ofrece abundantes descripciones ambientales, exotismo a grandes dosis y la presencia de los maoríes que en esta obra adquieren más protagonismo. Las vivencias de tres mujeres valientes y con afán de libertad incluyen relaciones sentimentales furtivas expuestas con erotismo, pasiones de diversa índole, traiciones, triángulos amorosos, violencia sexual así como alguna situación dramática. S. Lark relata ágilmente y muestra a través de abundantes giros narrativos a unos personajes, siempre en acción pero con escasa definición psicológica. El excesivo número de páginas deriva en inevitables reiteraciones y en algún momento la lectura resulta tediosa.
