Resumen
Fray Cadfael, el monje medieval protagonista de esta serie de novelas policíacas, debe encontrar al hombre que robó un relicario de la abadía, así como dinero y joyas destinados a restaurar otro monasterio, y que asesinó al único testigo presencial de los hechos, que podría reconocerlo.
La autora combina la pesquisa detectivesca con la descripción de la vida cotidiana en el siglo XII, centrada esta vez en las inundaciones que provoca la llegada de las lluvias, obligando a los monjes a retirar todos los objetos en las zonas que pueden quedar anegadas; hace referencia también, aunque en esta ocasión muy somera, a las difíciles circunstancias políticas de la época. La confluencia de tan dispares elementos proporciona al relato una cierta morosidad muy característica, que queda compensada con los detalles costumbristas, vivaces y cuidados. La autora trata con respeto el tema religioso, aunque se advierte que los enfoca desde una perspectiva protestante.